Puedes ser independiente, autónoma, licenciada en física nuclear, haber viajado por el mundo, escribir, tener tu propia empresa o ser un alta directiva en alguna gran multinacional, ser deportista, seguir formándote y hacer malabares a dos manos mientras das una charla TedEX y tocas la trompeta…. Y aún así llegarán siempre esas personas que después de contarles todo lo que eres te dirán:

— ¿Sí, pero y tú de amores qué?

O, del guionista de “y tú de amores qué” llegan también: 

— ¿ah que no te has casado?… en fin…

— “bueno tú tranquila, ya te llegará”

— Normal que estés sola, si es que no puedes dedicar tiempo sólo a tí misma

— Pues haztelo mirar, por que a este paso…

— Vamos que estás sola, ¿no?

Y es que aún hay una gran parte de la sociedad que hace la siguiente fórmula matemática:

MUJER EXITOSA = MUJER SOLA

 

Y sigue con la siguiente:

MUJER SOLA = MUJER SIN PAREJA

 

Si estás leyendo esto y te ha pasado, has podido experimentar dos reacciones:

 

  1. Reirte recordando tus propias respuestas.
  2. Indignándote porque no entiendes cómo todavía podemos estar en este punto.

 

Si has optado por la opción a… ¡Enhorabuena! Llevártelo al humor siempre es la opción más sana para tí, y aquí no importan los que lo dicen, importas tú. 

Si te ha pasado la segunda, ¡que no cunda el pánico! es totalmente normal. Para convertir esto al humor, todas hemos pasado por la indignación. ¿Cómo no nos vamos a indignar? Nadie me ha regalado nada, estoy orgullosa de mí y de mi vida, soy feliz con todo lo que he conseguido, he buscado lo especial dentro de mí y lo he encontrado, y si aún no lo has encontrado lo bueno es que lo estás buscando….y aún así parece que si no tengo una pareja al lado no estoy completa. ¿Cómo voy a sonreir si lo que quiero es gritar que estamos en el siglo XXI y que tenemos que tener la mente un poquito más abierta?

La verdadera superación de estas circunstancias llega cuando tu capacidad de concienciación está liderada por tu fortaleza y no por tu indignación. 

Cuando prima el orgullo de tu vida a la indignación del comentario.

Cuando prima tu “qué me digo yo” al “qué dicen ellos”

Cuando descubres que lo que digan otros no es tu realidad, es la suya.

 

Concienciar desde nuestra propia fortaleza es posible.

Y mientras, sigue tu siendo fiel a la dirección de tu vida.

Seguir concienciando es nuestro granito de arena al futuro, hacerlo desde la fortaleza y la serenidad interior es tu granito de arena a tu presente. Tanto con nuestras palabras como con nuestro ejemplo. 

Por eso, ante una situación así:

 — ¿y tú de amores qué?  —  siempre podremos contestar:  

— ¡Genial! yo estoy enamorada de vivir.