Vivir solo en tiempos de cuarentena

Y aquellas personas que siempre escucharon: “Qué pena que estés soltero y vivas solo” demostraron, a quien lo decían, lo que ellos ya sabían.

Que de la soledad habían hecho su fuerza y de su mundo su universo.

Y en tiempos de cuarentena:

Miraron a la soledad a los ojos y la abrazaron.

Miraron a la nostalgia a los ojos y valoraron lo vivido.

Miraron a la duda del pasado a los ojos y sintieron orgullo de sus decisiones.

Miraron a la certeza del presente a los ojos y dijeron “no voy a sobrevivirte, voy a disfrutarte”

Miraron a la expectativa del futuro a los ojos y, emocionados, sonrieron diciendo “¿Qué me depararás? Estoy deseando verlo”

Miraron al aburrimiento a los ojos y se dieron cuenta de que no estaba ¿por qué?¿cómo era posible? Lo era porque la riqueza de su mundo, exterior e interior, era más grande que él.

Miraron al dolor a los ojos y dijeron: “por cada lágrima que derramé sonreí mil veces”

 

Y entonces algo cambió.

Y volvieron a escuchar: “qué pena que estés soltero y vives solo”

Pero en su cabeza y en su corazón se escuchó:

Qué orgullo estar soltero y vivir conmigo.