Èl. ¿Quién es ÉL?

¿Y quién es él? Èl es quien buscamos, quien queremos, quien saca todas las mujeres que llevamos dentro.

¡Ah! ¿Que te creías que solo eras una?

Pues no querida: todas tus versiones se juntan en esa que tiene nombre, apellidos y foto de de perfil. Todas ellas se juntan en ti. Todas ellas son tu identidad. Todas ellas sois tú. 

 

La trabajadora: esa que se ha forjado su propio camino sin ayuda de nadie pero con el apoyo de su gente.

La hija: que, aún cometiendo errores, siempre estará ahí para las cosas importantes.

La amiga: la que por sus amigas mata igual que espera que ellas maten por ella. La que escucha sus audios interminables de crisis existenciales, se toma esa última copa por que una ha visto al chico que le gusta o grita “vamos a por unas cañas” un fatídico domingo tonto en el que te visita “el bajón”

La Mujer: la que en el siglo XXI por fin es capaz de reconocer que le gusta que le hagan el amor y a ella revolverse entre las sábanas. La que disfruta del sexo y quiere que le hagan pasear por las estrellas a cambio de acompañarle al cielo.

La Aventurera: si, esa que todas llevamos dentro. No hace falta irse a escalar el Everest para hacerlo, ni coger una mochila e irse a recorrer el mundo. Tú también lo eres. Haz memoria.  ¿Alguna vez tomaste alguna decisión de la que no estabas muy segura pero lo hiciste? ¿Lo hiciste aun con miedo a equivocarte? ¿Y qué es eso, sino una valiente atreviéndose a correr riesgos? ¿Y qué es una aventurera si no es eso?

La Niña: la que fuiste y la que se quedó dentro de tí. La que sale cuando te descubres haciendo el tonto con una copa, con una sonrisa tonta ante ese mensaje de “buenos días” de alguien especial, o la que canta a gritos su canción favorita de quinceañera.

La bipolar: si si y no lo niegues. Tú también has tenido esos momentos en los que no sabes si estás contenta, triste, alegre, asustada, enfadada, ilusionada, dramática… y sobretodo ¿cómo es posible que podamos estar todo eso a la vez? Pues porque sí, porque podemos. 

La difícil: esa versión de ti que sale en algún momento de tu vida, en los momentos en los que los fantasmas del pasado vienen a amenazar su presente, con todas esas barreras y escudos que tanto nos gusta decir que tenemos y tan difícil es librarse de ellos. Esa que a veces pone las cosas difíciles por miedo, o vete tú a saber por qué. Esa que hay momentos en los que necesita que alguien coja esa barrera y la haga añicos porque ella sola no puede.

La fácil y auténtica: también podemos si. Esa que se ha cansado de jugar, luchar o fingir y simplemente quiere las cosas sencillas, fáciles y claras. La que no juega, la que no finge, la que no disfraza el alma para gustar a nadie. Esa que sabe decir a las claras “me gustas, ¿y yo a ti? Esa, que un día descubrió la libertad de la autenticidad y dejó atrás la esclavitud de las estrategias. Esa que no pone difícil dejarse conocer para gustar, esa que sencillamente se deja ver.

Y si tú eres todas ellas ¿quién es él?

 

Èl es quien tiene un “ÉL” para cada “TÚ”

 

Èl es el apoyo de la trabajadora en los días buenos, malos y peores.

Èl es quien entiende los errores de la hija o madre, los escucha y te anima a ser mejor

Èl es el amante que un día sube al cielo contigo toda la noche y otra abre la puerta de casa y no te da ni los buenos días para bajar juntos al calor del infierno. 

Èl es quien entiende que la amistad es uno de los pilares de tu mundo y que tus amigas siempre tendrán un lugar igual de importante que el suyo, porque ambos sostenéis tu mundo.

Èl es el compañero de la aventurera que corre con ella al vacío de la incertidumbre con la misma emoción y fuerza que tú.

Èl es quien coge a la niña con ternura para hacerla sentir protegida y con locura para cantar juntos en la intimidad de tu casa o delante de mil personas.

Èl es quien se sube a la montaña rusa de tu bipolaridad y espera paciente a que elijas sólo uno de todas las emociones que tienes dentro.

Èl es quien, ante tu barrera, te dice “¿qué quieres que coja para romperla?”

Èl es quien valora la autenticidad de la fácil y sabe ver que detrás de su Libertad vinieron antes muchas cicatrices.

 

Ese es “Él”, quien no se enamora de ti, sino de todas tus “YO”. 

 

Èl es quien buscas. 

 

Èl es quien te mereces.